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Navidad 2002

 

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Navidad 2002



A pesar de nuestra reciente despedida, no hemos podido sustraernos a la tentación de reaparecer en estas fechas navideñas. Así que a los que ya no nos esperábais, nuestras disculpas por colarnos de nuevo inesperadamente en vuestros espacios digitales. Y a todos, Feliz Navidad.

Y es que nos han dado envidia las revistas médicas que, cada año, aprovechan la llegada de la Navidad para publicar números en los que artículos jocosos o de corte humanista sustituyen a los sesudos y científicos originales y revisiones que llenan sus páginas durante el resto del año. Para las news, ha sido algo tradicional el recoger estas aportaciones, que incluso dieron lugar a un editorial, Humor y Humanidades, con el que abrimos el año 2002. El caso es que nos gusta tanto esta iniciativa editorial que a pesar de nuestro voluntario retiro no hemos podido por menos que volver a daros la pelmada para recomendaros algunos trabajos.

Destacan este año las aportaciones del BMJ y el CAMJ. El MJA, que también se suele "apuntar" con algunos artículos, ha optado este año por un formato más serio, influido en buena medida por la catástrofe del atentado terrorista en Bali, que como se sabe, acabó con la vida de muchos súbditos australianos. Recorrer los índices de los números especiales de Navidad aporta muchas satisfacciones. El BMJ, por ejemplo, publica un estudio que demuestra que durante la fase final de la copa del mundo de fútbol aumentan los ingresos por infarto agudo de miocardio, aportación que confirma estadísticamente impresiones previas.  Otro trabajo digno de mención destaca que la cefalea por helado no depende de que se coma el dulce de forma pausada o atropellada. Y nos ha impresionado especialmente un trabajo de unos autores austriacos que demuestran que en los últimos 50 años ha habido un cambio en el canon estético femenino hacia formas más andróginas y con un menor cociente cadera - cintura.  Lo llamativo es que alcanzaron esta conclusión después de estudiar antropométricamente (¿o habría que decir ginecométricamente?) las medidas de la modelo de las páginas centrales del Playboy a lo largo de 49 años de la publicación.

Una aportación muy importante es la de un trabajo que habla del número de pacientes "necesarios para ofender". Un par de machacas entrevistaron a una serie de pacientes que acudían a una consulta de Neurología y les describieron una situación clínica de "paralís", junto con hasta diez posibles explicaciones para esos síntomas. Se trataba de ver cuántos pacientes se sentían indignados por esas explicaciones, muchas de las cuales encerraban la impresión del facultativo de que no les pasaba nada. Entre ellas destacaba (y ofendía a los probandos sobremanera) la atribución del "paralís" a "nervios". La conclusión más destacada es que a la gente no le molesta mucho (tal vez porque no comprenden lo que encierra el término) que le digan que sus síntomas son "funcionales"; este hallazgo lleva a los autores a recomendar fervorosamente que se desempolve tan añejo término.

También pueden encontrarse reflexiones sobre las publicaciones científicas, como un trabajo crítico que analiza la legibilidad de artículos escritos en inglés. Pero en este campo, permitidnos que destaquemos un artículo que describe cuatro posibles escenarios futuros para las publicaciones online. Lo llamativo es que cada uno de estos modelos recibe el nombre de uno de los miembros parlantes de la familia Simpson. 

Otra aportación notable es una reflexión sobre lo que llaman el paso del papiro a PowerPoint (P2P), un trabajo que sondea la progresiva sustitución de la narrativa (el papel, lo verbal) por la imagen (el PowerPoint) como vehículo de transmisión del conocimiento científico. Por cierto, que a este respecto el CAJM presenta un sesudo estudio sobre lo que denomina trastorno por hiperactividad audiovisual, en el que se demuestra que los médicos de edad (mayores de 30 años) tienden a presentar las sesiones clínicas apoyándose en diapositivas, mientras que los que tienen menos de esa edad usan mayoritariamente el PowerPoint.

Destacaremos también un trabajo del BMJ que sondea la relatividad de los principios éticos en tiempo y espacio, mediante un diálogo entre personajes de la Guerra de las Galaxias inspirado en el affaire Alder Hey (o el uso de fetos y mortinatos como material de investigación sin consentimiento ni conocimiento de los padres).  Otro artículo, firmado por una agrupación de clínicos que responde al acrónimo de CRAP (si no conoces lo que quiere decir en inglés echa un vistazo al diccionario) analiza lo que llaman la fea verdad que encierra la MBE. Incluye un decálogo sobre MBE que es tan lúcido como hilarante.

En el CMAJ te recomendamos un trabajo sobre la creencia de los niños, a medida que crecen, en Santa Claus (el autor nos aclara que él mismo todavía cree en Santa), y una ácida referencia a lo que se a en llamar examen físico desde la puerta o, lo que es lo mismo, las habilidades que debe desarrollar un resdiente de Psiquiatría para no realizar exploraciones físicas a sus pacientes.

Además de Humor, las ediciones navideñas también se preocupan por las Humanidades. En este apartado, podemos encontrar aportaciones de valor histórico. Por ejemplo, en el BMJ desenmascaran definitivamente como una patraña la supuesta maldición de la momia de Tutankamon y, también en la misma revista, se nos presenta un trabajo acerca de signos de enfermedad física en retratos de siglos pasados (con una mención especial a la presencia de bocios en los mismos). Finalmente, en el CMAJ se nos presenta una semblanza de Clark Noble, un investigador canadiense que participó en las dos aportaciones más significativas de Canadá a la Farmacología (la insulina y la vinblastina), de una forma colateral, por lo que ha permanecido prácticamente olvidado.

Otra dimensión de las Humanidades es la que tiene que ver con Derechos Humanos, presentes en estos números atípicos de las revistas.  Destacamos un trabajo del BMJ sobre las repercusiones de la guerra en la población civil (en particular en madres e hijos) y el album fotográfico que bajo el título Regreso a Afganistán publica el CMAJ, con instantáneas recogidas por una médico canadiense.

La Navidad y el cambio del año son momentos en los que todos expresamos buenos deseos y una convicción, no siempre fingida, sobre la bondad intrínseca del bicho humano. Manifestamos nuestra esperanza en un futuro mejor e incluso en un mayor entendimiento entre los seres humanos. Para ello es necesario que, cree uno que como efecto de un reflejo condicionado, la Navidad despierte cada año en nosotros estas vibraciones positivas y esta fe (¡ay!) en el Ser Humano. Tenemos que confesaros que a pesar de nuestro escepticismo, a veces bilioso, en la Humanidad, y en los médicos en particular, descubrir en las publicaciones médicas un sano humor, una lúcida autocrítica en torno a nuestros tics profesionales y "científicos", una preocupación por la cultura como cuando los médicos eran de verdad personas cultas y una referencia, a modo de aldabonazo en nuestras conciencias, a los Derechos Humanos, nos ayuda a mantener una tenue creencia en la bondad de nuestra especie.  Gracias, señores del BMJ y del CMAJ por sostener nuestra ilusión.


 
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